Taillón

Ascensión al Taillón aprovechando el puente del dia del currela, a pesar de las pesimistas previsiones meteorológicas.

De vuelta de Eslovenia, via Venecia

La gente también trabaja en Venecia, aunque lo cierto es que son difíciles de ver y hay que escapar de la Venecia convencional para verlo, que sí, que la hay.

Portero automático

trabajo, trabajo, trabajo...

Antigua colonia industrial

Ambulancia de urgencias.

Trabajadores del fin del mundo

Artistas en un rincón (bichos raros aquí)

Trabajador del cristal en Murano

Juvilados y obras, un clásico

Triglav. Alpes Julianos. Eslovenia

Bled es famoso por la isla en el lago, que alberga un
monasterio



El sol se pone tras el macizo del Triglav. La vista es desde el castillo de Bled. Mientras esperábamos la oportunidad para subir, nos acercamos a Ljlubjana, la capital de este pequño país. Debe ser un buen sitio para vivir, naturaleza y vida por todas partes



El intento quedó en sólo eso, un intento. Un caluroso día de aproximación seguido de un horrible día de ascensión, es un decir, no salimos de la cama.



Refugio Kovinarska, cerrado.

Unos cientos de metros, en frente al refugio, esta cabaña
tiene en la parte más alta, una estancia abierta para poder
dormir. No se si serán o no ciertas, pero en los viejos troncos
de sus paredes, leimos inscripciones de 1930.

9:00 AM. No para de llover desde las 4 de la mañana,
cuando sonó el despertador para desayunar. Parece claro
que no es pasajero. A las 12 del mediodía decidimos
recoger y volver al pueblo vajo la lluvia que no cesa.



Contrastes en Ljlubjana

Bachimala

Cuervos

Cuervos desafiando las corrientes en la cima del Pollegó Superior del Pedraforca.

Hermano&Bastiments

Amb l'aigua al coll

Nostalgia del frio

Tras un fin de semana de nieve en el valle de Benasque, recuerdo aquellos días del año pasado, a finales de enero, donde la nieve llego hasta las tierras bajas. Al fondo, las nevadas colinas de Olesa.

Montserrat. Gorros.

Olvidé la cámara de fotos, estas son del teléfono.
Escalamos en la región de Gorros, merece la pena aunque sólo sea por el ambiente.

Que cada uno elija su camino.

Montserrat vuelve a ser, desde hace un tiempo, de nuevo el reino de mis amigas de cuatro patas. Desafiando siempre al pequeño escalador y a su cobardía de cuerdas y aparatos, salta y trota entre peñascos. No entiendo muy bien que les lleva a elegir estos caminos. A esta, en concreto, le tocó un flanqueo expuesto hacia la derecha.


En el otro lado, los pequeños humanoides, con sus cuerdas y sus cacharros.